Todos nacemos científicos. Todos nacemos preguntándonos por qué brilla el Sol, o por qué llueve, o de dónde vino todo. Sin embargo, esta inocente curiosidad de los niños desaparece durante los "años críticos", es decir, en torno a los 14. O para ser más exactos, esta curiosidad es erradicada de los estudiantes por el sistema educativo y las presiones sociales. Nuestras escuelas enseñan la ciencia como si fuera una materia muerta, consistente en memorizar hechos sin utilidad que carecen de relevancia para la vida de los estudiantes. Algunas veces, nosotros los profesores lamentamos esto y culpamos a los alumnos, insinuando que quizá no son demasiado listos. Yo no pienso que éste sea el caso. Creo que los estudiantes son tan inteligentes que se han dado cuenta de que la ciencia, tal como se enseña, es irrelevante para su futuro.
Existen también presiones sociales al respecto. Nuestra cultura y Hollywood jalean los años de instituto, creando el mito de que existe una cierta pirámide que tiene en la cima a los deportistas, populares, guapos..., y abajo a los empollones. Esta pirámide, si acaso existe realmente, se da sólo durante unos 3 o 4 años, en el instituto. Después de eso, la pirámide se invierte. Pero nuestra cultura transmite la distorsionada imagen de que esta jerarquía de la época estudiantil es permanente, cuando en realidad tiene poca o nula importancia en el conjunto de la vida de cada uno.
Cómo me gustaría poder estar ahí para decirle a cada estudiante, a los de arriba y a los de abajo, que el mundo real empieza cuando te haces mayor, que lo de antes no es más que un prólogo, y como todos sabemos, la historia no empieza de verdad hasta el primer acto.
Coincido al 100%. Son cosas de las que uno se da cuenta a los veintipocos (al menos yo). Buena entrada, colega.
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