Resulta que la idea ha partido de Philips, que ha instalado farolas que en lugar de bombillas de vapor de sodio, tienen LEDs (diodos emisores de luz), controladas además por un sistema electrónico de detección de presencia, en una población dependiente de Tillburg, en Holanda. La idea es muy interesante, ya que no sólo se reduce el consumo de electricidad al no tener encendida la luz permanentemente a tope de potencia, sino que al pasarse a tecnología LED, el consumo baja para un mismo nivel de iluminación. Se estima que esto puede reducir a la mitad el gasto en alumbrado público.
El sistema mantiene encendidas las farolas siempre, pero a baja potencia, y sólo cuando se acerca alguien la intensidad aumenta. Las farolas luego van retomando su nivel bajo de potencia cuando el peatón o el vehículo están fuera del radio de su sensor, pero esto no se hace bruscamente.
En este vídeo podemos ver algunas explicaciones más al respecto (en inglés) y cerca del final un ejemplo del sistema. Habla algo más genéricamente de cómo los LEDs pueden ir sustituyendo a las bombillas tradicionales en diversos aspectos (iluminación de locales o de túneles, éste último suponiendo un importante cambio, ya que ahora los focos independientes ya no molestarán a la vista de los conductores, al ser sustuidos por una franja continua de LEDs, que son focos de luz mucho mas pequeños), y cómo la investigación en OLEDs (LEDs orgánicos, constituidos por compuestos orgánicos en lugar de inorgánicos) puede llevar todavía más allá las posibles aplicaciones.
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