Como si lo viera, hoy es el típico día en que la gente se piensa que por la coincidencia de números en el calendario, será una jornada especial, o pasará algo trascendental, o simplemente tendrán un día mejor, como un martes/viernes 13, o el famoso 12-12-2012, el que todos podremos "celebrar" que el mundo no se acaba ignorando olímpicamente semejante disparate durante todo el día.
A ver cuándo nos enteramos, que vivimos en el siglo XXI, no en el XI. Nuestro calendario se basa en el día de nacimiento de un líder religioso de hace dos milenios, según estimaciones de un monje que había vivido cinco siglos después que él. Además, este monje, como ahora sabemos, cometió un error de más o menos 5 años, que se suele pasar por alto por pura convención, como ocurre con el hecho de adoptar esta cuenta. Para más broma, el asunto del 29 de febrero no ha estado siempre ahí, sino sólo desde determinados momentos en la historia, y en algunos países ha habido hasta 30 de febrero en algún punto para cuadrar fechas con el resto del mundo. Eso descontando que en este planeta hay muchos otros calendarios en marcha, principalmente los de otras religiones, que difieren siglos o hasta milenios del que usamos nosotros. Y para el tarado que haya mirado el reloj a las 10:10 pensando que con eso ya iba a llegar al colmo de la trascendencia o buena suerte y que iba a suponer un antes y después en su vida, le recuerdo que eso sólo es válido en su zona horaria.
No existe una referencia única y universal para el tiempo, elegimos la que queremos porque nos conviene, porque es práctico, y a otra cosa, que el tiempo está para aprovecharlo, no para mirar fijamente al reloj a ver si llega una hora que parece especial.
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