miércoles, 14 de septiembre de 2011

Los Tecnopadres

Los Tecnopadres (guión de Alejandro Jodorowsky, dibujo de Zoran Janjetov) es un cómic de ciencia ficción que consta de 8 tomos. Ambientado en un futuro lejano donde el ser humano ocupa toda una galaxia y la sociedad ha degenerado debido al exceso de tecnología, narra la historia de Albino, un mutante de altos ideales y poderes singulares, que se propone nada menos que cambiar todo lo que le rodea, y salvar a la gente de la vida vacía en la que ha caído.


Dando vueltas por Fnac un día, fijándome en la parte de cómic occidental, la robusta edición integral de Norma Editorial (2011) me llamó la atención, y empecé a leerla por encima. Algo más adelante me animé a comprarlo. El dibujo, como puede verse, es del todo cuidado, con un estilo visual muy realista. Está ambientado en el mismo universo que otra conocida historieta de Jodorowsky, El Incal, que ya ha pasado a mi lista de libros pendientes de leer, aunque a largo plazo, que hay muchos otros delante. Así tengo también la perfecta excusa para empezar a leer cosas de Moebius, que es el dibujante en esa otra historia.

La historia es compleja y algo rebuscada en ocasiones, y personalmente recomiendo verla como una fábula más que como una historia normal: los personajes suelen comportarse como héroes o villanos de opereta, son grandilocuentes y exagerados en muchos ocasiones, y en general son bastante planos. Mi impresión es que la historia intenta transmitir la idea de que una vida basada en la tecnología puede hacer que la gente pierda de vista lo que es verdaderamente importante, la vida en sí misma. A veces uno tiene hasta la impresión de que Albino es el Deus ex machina definitivo, por la forma en que sus poderes son ridículamente superiores a los de sus oponentes, o juega con ventaja.

Existen dos líneas narrativas distintas, que cerca del final confluyen en una única. Por un lado, la del protagonista y narrador de la historia, Albino, que cuenta desde su infancia hasta su vejez, y la forma en que va madurando y ganando poder y conocimiento: empieza marchando de casa para ser un novicio en la orden pantecno, que controla el diseño y distribución de videojuegos (y presumiblemente otras tecnologías) a nivel galáctico, y que son, básicamente, la esencia del mal, y va ganando poder dentro de la misma con la intención de renovarla. Cuenta con la ayuda de su mascota/amigo Tinigrifi, una pequeña criatura parlante parecida a una ardilla, y del fantasma de San Severo de Loyoza, fundador de la orden. Sí, lo sé, suena totalmente absurdo. Por otro, la de la madre y hermanos de éste, que pasan por todo tipo de peripecias y altibajos: ella, Panepha, y uno de sus hijos, Almagro, un mutante de apariencia andrógina y piel oscura, empiezan buscando venganza contra los piratas que mancillaron el honor de Panepha, que años atrás era sacerdotisa virgen y ahora se dedica al negocio de los quesos. Su hija, Onix, una mutante de piel roja y cuatro brazos empieza la historia siendo despreciada por su madre y Almagro, y teniendo sólo la simpatía de Albino. Panepha y Almagro caen en desgracia ante uno de los piratas, padre de Onix, pero luego las tornas cambian cuando entra en escena otro de los piratas que violaron a Panepha (a la sazón, padre de Almagro). Y vuelven a cambiar bastantes veces más por azares de la vida. Efectivamente. Esta otra línea argumental también resulta absurda, lo sé, aunque no tanto como la primera. En cualquier caso, el cómic es entretenido y como obra artística es muy recomendable.

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