jueves, 12 de agosto de 2010

Plantando cara

Estaba esta tarde en una tienda de ropa de una gran cadena en un centro comercial de la zona, cuando ha tenido lugar una escena desagradable. Un hombre de unos 30, acompañado por un grupo de 4 o 5 amigos, ha ido a pagar unos pantalones y la chica de la caja (la única empleada presente en la tienda en ese momento) le ha dado la vuelta y el ticket. El hombre, al ver que el precio cobrado no era el que él esperaba, en lugar de señalar el error o preguntar el motivo, le ha arrojado despectivamente el ticket de compra a la chica al mostrador, diciendo de forma bastante agria que ese no era el precio. Ella no se ha dejado intimidar y le ha dicho que es el precio que marca la máquina, que no lo elige ella; como él ha seguido con su actitud y formas y aún no le había dado la prenda (metida en una bolsa, lista para entregar), sólo la vuelta, le ha dicho que no se lo vendía, le ha dado su dinero y le ha pedido que se marche. En ese momento ya no sólo el hombre, sino también sus amigos han empezado a echarse encima de la dependienta llamándola de todo.

Un cliente de la tienda ha dicho que iba a llamar a la policía y la dependienta ha contactado rápidamente con seguridad del centro comercial, que se ha personado allí y ha calmado las cosas haciendo que el grupo se fuera de la tienda. Después de eso he oído a la chica comentar con alguien que eso pasa muy a menudo.

¿Es esta la realidad de la alianza de civilizaciones, ser llamado racista por un grupo de musulmanes cuando se les planta cara?

3 comentarios:

  1. Cualquier minoria, se cree en derecho de hacer lo que desee sin necesidad de esgrimir justificaciones razonables.

    Por supuesto si alguien les corrige en su actitud, son inmediatamente llamados represores, racistas y/o homofobos, solo por el mero hecho de tratarlos como alguien mas de la masa.

    Eso es lo normal que nos encontramos, en un mundo donde las minorias pugnan por la igualdad, son las propias minorias las que desean seguir aisladas pero siendo tratadas entre algodones, porque al fin y al cabo les sale mejor que ser uno mas de la gran masa.

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  2. Vamos, hipocresía pura. Algún día el ser humano madurará.

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  3. A todos los inmigrantes procedentes de otras culturas se les debe hacer saber que las costumbres vigentes en España son las nuestras, que las leyes válidas son las nuestras y que por el hecho de ser solamente nuestros invitados deben respeto a nuestras instituciones y a nuestros connacionales. Desafortunadamente no hay en España políticos con el suficiente valor para hablarles así de claro. Claro, hay que ser buenos,tolerantes y,antes que nada, mansos. Así nos luce el pelo...

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