En los últimos meses, dio a conocer que había sido diagnosticado con cáncer, con bastantes malas perspectivas por lo que cuenta él mismo en una entrevista. Pero lejos de acobardarse, muy en su línea, el señor Hitchens afronta la enfermedad con una entereza que a los creyentes probablemente les resulte increíble que alguien "sin dios" pueda tener. Ha afirmado rotundamente que esto no ha supuesto el más mínimo cambio en su forma de ver el mundo, ¿por qué tendría que serlo? Es la mejor prueba de que alguien que ha llegado a esa posición pensando detenidamente todos los aspectos y siendo racional y crítico obtiene una base mucho más sólida que la de aquél que ha recibido una doctrina desde pequeño o se ha convertido porque algún acontecimiento puntual en su vida le ha "abierto los ojos a dios".
Desde aquí vaya mi apoyo a este gran hombre, cuyo libro "God is not great" tengo encargado en la librería desde hace unos días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario