viernes, 25 de febrero de 2011

Curiosidades dignas de ver

Navegando por internet, por algunas de esas paginas que por curiosidad dejas guardadas por si alguna vez te vuelves a encontrar con ganas de entrar a ver algo interesante encontre dos cosas curiosas que me llamaron la atención.

La primera la historia del funicular del Vesubio y la canción preparada para anunciarlo. Dicha canción fue tan exitosa que en la zona de Nápoles que termina convirtiendose en parte del folklore de la zona, aunque si bien con su autor. La presencia tan arraigada de la tonadilla en la zona llevo a varios músicos a incluirla dentro de alguna de sus obras pensando que es una canción anónima del folklore napolitano. Hombres de la talla de Strauss o Rimski-Korsakov tomaron el conocido "Funiculi, Funicula" como si fuera parte del folklore, error que luego pagaron en cuantia de derechos de autor a Luis Denza, que consiguió ganarse la vida (y asegurar la de sus herederos) gracias a un mero error y a recurrir a los pagos de derechos de autor.

La otra historia es algo mas inverosimil de creer. Trata sobre un santo llamado Guinefort. Todo parecería normal de no ser porque el protagonista, San Guinefort, es posiblemente el santo más curioso que se pasea por la historia. Ni más ni menos que un galgo con una curiosa historia que hizo que se convirtiera en un martir, y que la fama de su tumba, unidos a "milagros", le dieran la categoria de santo. Por supuesto, la iglesia católica no lo reconoció como tal y la Inquisición persiguió a los seguidores del curioso santo. Sin embargo el culto a San Guinefort siguió de manera latente hasta llegar incluso a 1930.

Curiosas historias sin duda, que podreis leer en más detalle en las páginas en las que las encontré, concretamente en:

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