Un ciudadano ejemplar

Esta película americana cumple uno de los patrones básicos por las que hace Hollywood su trabajo. Hombre frustrado por la muerte de su mujer e hija a manos de unos criminales, decide dedicarse a la venganza.

Sin embargo tiene un pequeño aliciente en lo que respecta al patrón normal de la película.

Todo empieza en casa de Clyde Shelton, donde al abrir la puerta, un par de asaltadores lo atan y amordazan para luego, delante de sus ojos violar y matar a su mujer e hija. Poco después durante el juicio, su abogado, para conseguir una gran racha de éxitos decide aceptar un trato con uno de los ladrones, el que violó a madre e hija, para inculpar al otro, que solo habia tomado cosas de valor, y mandarlo al corredor de la muerte.

Cuando Clyde se entera del trato y de que su abogado no hace nada para evitar arriesgarse a conseguir un castigo a los dos, se marcha del palacio de justicia decepcionado y al parecer sin animo de nada. Es entonces cuando la accion pasa a 10 años mas tarde, cuando se va a llevar a cabo la ejecución del ladron mediante la inyeccion letal, pero esta, en lugar de ser tranquila y como si se durmiera, pasa a ser una autentica tortura extremadamente dolorosa para la victima. Poco despues, su complice al huir de la policia desaparece, solo para ser reencontrado muerto y despiezado, señalando como responsable de todo a Clyde, que ha cometido su venganza.

La policia, sin más dilación, arresta a Clyde seguros de que ha sido él, pero empieza un enrevesado plan en el que la ciudad queda en jaque y el principal sospechoso esta entre rejas, asegurando que todo lo que pasa es su obra.

El típico vengador que arrasa con todo a su paso sin pisar la carcel, se ve sustituido en esta película por un vengador diferente, más un estratega luchando mediante la psicología que el guerrero que arrasa con violencia. En general es una película interesante y que atrae al espectador, contando ademas con un elenco de personajes que no desmerece la película ni el explosivo final de la misma.