miércoles, 24 de noviembre de 2010

Más spam telefónico

Diez menos cuarto de la noche de un miércoles. Hace escasos minutos. Me llaman al fijo de casa, lo cojo sin pensar ni mirar el número de la pantalla, pensando que es de familia o amigos. Oigo ruido de fondo y tardan unos segundos en responder, mal asunto.

- Hola buenas noches, ¿con el joven Eric, por favor? (respondo afirmativamente preguntándome si entre otros datos tienen mi edad y eso influye en que me llamen o no, o si simplemente se está sobrando un poco, es la primera vez que me dicen eso), mi nombre es (una mujer, no me acuerdo del nombre, recibir una llamada de un teleoperador a esta hora sin esperarlo descoloca un poco), le llamo desde la compañía Digital+. Queríamos saber si no tiene usted contratado ya el Canal+ o algún servicio...

¿Pero qué horas son éstas de llamar? No le dejo seguir, le corto con la respuesta de rigor para que no me siga dando la tabarra a esta hora de la noche, estoy cansado del día y no me apetece liarme a probar una de las estrategias que sugería hace unos días.


- No, de hecho no tengo televisión en casa. (Tengo, pero no la veo nunca)



- Oh, entiendo, muchas gracias y disculpe las molestias.

Pero rápidamente antes de que cuelgue decido hablar.

- Disculpe, pero esta es la cuarta llamada que recibo de su empresa en lo que va de mes (falso, era la quinta, después de hacer recuento me he dado cuenta, pero en el momento no esta seguro) y después de la última, me aseguraron que quitarían mi número de la base de datos. ¿Puede explicarme entonces qué ha pasado?

- Bueno, es que mire, nosotros, esto..., miramos de la lista que tenemos y... para serle sincera no es posible retirar un número de ella.

Tremendo. Os podéis figurar la cara que he puesto, cruce de incredulidad y cabreo incipiente.

- Entonces me está diciendo (intento no soltar la burrada que estoy pensando, a ver qué más puedo averiguar) que no hay nada que pueda hacer para evitar recibir llamadas que me ofrecen un producto que no deseo por más que me lo digan.

- Eso es, sí. Lo único que se puede hacer es pagar el coste de contratar una lista Robinson, para evitar que cualquier empresa le llame para hacer promoción.

Ni idea de lo que es eso, pero teniendo el nombre luego se puede investigar.

- Entiendo. Bien, gracias al menos por la sinceridad, buenas noches.

Esta vez, he sido yo el que ha colgado directamente sin esperar respuesta.

Mirando parece ser que la lista en cuestión no cuesta dinero, pero de ahí a que funcione, ya lo veo más difícil. Y digo yo, ¿no debería ser al revés, que recibiera publicidad quien diera su consentimiento, y no dar por supuesto que todo el mundo va a querer salvo el que diga lo contrario?

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